Nuestro mundo y nuestra vida se ha reducido y se ha llenado de miedos que nosotros mismos hemos construido, lo que antes era tierra ahora es cemento, nuestros ríos y mares están contaminados y el aire que respiramos huele a gas de afán, de ceguera, de ambición, de egoísmo, nuestra vida a perdido sentido, intentamos vivir destruyendo nuestras fuentes de vida sin darnos cuenta, por el afán de nuestra sociedad consumista, y al percibir las crueles consecuencias al abrir los ojos y darnos cuenta de que nuestras posibilidades de vida son cada día más cortas, entonces sentimos un afán por recuperar esa riqueza que se pierde día a día.
Pero olvidamos que nuestra única esperanza está en nuestras manos, esa esperanza que no conoce odio ni olvido, que está llena de sensibilidad por las cosas hermosas del mundo, son los niños y niñas, únicos seres en los que podemos confiar nuestra esperanza de recuperar nuestra parte vital, no solo porque ellos serán un futuro, sino porque ese futuro se debe ir construyendo bajo unos cimientos sólidos desde el presente desde el ahora, para ello los adultos cada uno desde su oficio diario debe comprometerse a crear ciudades que estén en condiciones para abrir espacios en donde los niños y niñas puedan convivir y percibir directamente lo natural y entender así su importancia para la vida, los adultos deben acercarse más a los niños y niñas y así conocer sus necesidades y brindarles apoyo, sacarlos del cubo de cemento con ventanas en donde se han metido y en donde están viviendo, ¿cómo va a percibir un niño y niña la naturaleza o a sentir pertenencia por ella si nunca se relaciona con ésta o desconoce su importancia? comprendiendo esto podremos construir junto con los niños y niñas la cuidad que soñamos.
en 22:33 | Etiquetas: aire, ambicion, ceguera, ciudades, contaminacion, miedos, mundo, niños y niñas, parte vital, sociedad consumista, vida
¿DÓNDE JUGARÁN LOS NIÑOS?
en 21:46 | Etiquetas: animales en via de extinció, calentamiento global, contaminacion, jugarán, mundo, niños y niñas, tierra
EDUCACIÓN EN LA CIUDADANÍA AMBIENTAL
La educación en la ciudadanía ambiental, como integración de derechos y deberes de ciudadanos y ciudadanas, traducidos en acciones reales; nos conduce a la armonía y a la reconciliación con nuestro medio ambiente, nos impulsa a reconocer a nuestra madre tierra, como la gran nutriente de nuestro vivir diario. La espiritualidad que derivamos de ello, entonces nos configurara como ciudadanas y ciudadanos de respeto, amor y reverencia por el nicho y hogar en el cual transcurren nuestros días: el planeta tierra.
Solo esa capacidad de comulgar y de sentir en nuestros cuerpos la vida palpitante del espíritu de la tierra y del agua cuando corre libremente por las montañas y bosques, nos permitirá una actitud espiritual de comunión generalizada que ayudará a recomponer la vida del planeta y se opondrá con todas sus posibilidades a todo aquello que contamina y que daña.
en 21:24 | Etiquetas: ambiental, ciudadanía, ciudadanos, ciudanas, deberes, derechos, eduación, planeta, tierra, vida
EDUCAR EL FUTURO
Para poner en marcha el ejercicio de concientizar y cumplir los deberes y derechos, necesitamos educar ciudadanos y ciudadanas con sentido ético, que sean críticos y consecuentes, que exijan derechos y ejerzan deberes, que sean comprometidos con el cambio y que sean participativos.
Es importante educar a los niños y niñas de nuestra ciudad y de nuestro país, en la búsqueda de la felicidad por otros caminos distintos al de consumir infinitamente desgastando y acabando con la vida natural y los recursos del planeta en que vivimos, porque solo esto nos permitirá retomar los caminos de un desarrollo social, económico y político que nos ayude a cuidar la tierra como el entorno natural que hace posible cualquier tipo de vida.
Para poder llevar a cabo un plan de conservación de nuestro medio ambiente, manteniendo la potencialidad de lo que existe para generaciones futuras es necesario generar en nosotras como maestras y en todos los ciudadanos y ciudadanas, actitudes de armonía con el medio ambiente e impulsar campañas para que esto sea así en la ciudad: sembrar árboles, buscar que nuestros barrios tengan zonas verdes con flores y estén limpios para ayudar a generar un ambiente acogedor, organizar las basuras, tratando de apoyar e impulsar el reciclaje, enseñar a los niños, niñas y adultos respetar y amar su entorno. Es necesario y urgente que valoremos, cuidemos y ahorremos el agua, las especies vegetales y animales. En todo este proceso es muy importante que sepamos educar a nuestros niños y niñas hacia el mundo natural que nos gesta y acoge.
en 15:56 | Etiquetas: ciudad, consumir, desarrollo social, educar, entorno natural, felicidad, niños y niñas, Pais, planeta, tierra, vida
NO AL MALTRATO AMBIENTAL
Desde nuestra vida cotidiana podemos buscar un tipo de desarrollo vital que ponga en práctica otras propuestas diferentes a las del maltrato del medio ambiente para enriquecernos por medio del consumismo acelerado que vivimos a diario; como por ejemplo: una vida cómoda, pero sencilla, en la que lo más importante sean las relaciones que tejemos y construimos, eso nos permitirá ser conscientes de que los arboles, el agua, la tierra y en general todos los recursos y posibilidades que tenemos para vivir, son para compartirlos, y además se agotan y por lo tanto hay que cuidarlos y conservarlos con amor y no malgastarlos indiferentemente.
en 15:51 | Etiquetas: agua, consumismo, desarrollo vital, medio ambiente, recursos, relaciones, tierra, vida cotidiana, vivir
APORTES DE LOS ÁRBOLES A LA CIUDAD
Desde lo social:
Los árboles reducen la contaminación del ruido ya que absorben y bloquean el ruido del ambiente urbano.
Los árboles crean diversidad vegetal y de vida silvestre ya que ellos y sus plantas asociadas crean ecosistemas locales que proveen hábitat y alimento para aves y otros animales. Proveen unos mini-ambientes convenientes para otras plantas que de otra manera estarían ausentes de las áreas urbanas.
Los árboles controlan y contribuyen a disminuir la contaminación de todo tipo presente en las ciudades, pues ellos disipan la polución del aire, amortiguan los ruidos, protegen el agua, la fauna u otras plantas, controlan la luz solar y artificial, disipan los malos olores, ocultan vistas desagradables y controlan el tráfico peatonal y vehicular.
Los árboles hacen más funcional la arquitectura urbana, permitiendo una mejor definición de los espacios, rompen con la monotonía del paisaje, dan sensación de profundidad, crean ambientes aislados y tranquilos, protegen y constituyen focos de atracción visual gracias a sus múltiples formas, volúmenes, sombras y colores.
Los árboles conservan energía ya que enfrían el ambiente en los meses más calurosos. Durante el invierno sirven de rompe vientos. Esto resulta en que se queman menos combustibles fósiles para generar electricidad para calentamiento y enfriamiento.
Los árboles ayudan en la protección de cuencas y cuerpos de agua ya que la arborización urbana, en la medida en la cual se asocia a cuerpos de agua, además de adicionar belleza escénica protege y estabiliza las orillas, y dependiendo de su ubicación y cantidad, contribuye a la regulación del ciclo hídrico.
La pérdida de árboles en nuestras áreas urbanas no solo intensifica el efecto de “isla termal” debido a la pérdida de sombra y evaporación, sino que perdemos también un principal absorbente de bióxido de carbono y un atrapador de otros contaminantes atmosféricos.
Desde lo pedagógico y social:
Los árboles contribuyen a la sana y productiva recreación, ya que los bosques también son lugares de juego, deporte y esparcimiento; espacio para la reflexión y contemplación de la naturaleza, además de que constituyen magníficos escenarios, talleres y laboratorios para la educación y formación biológica y ecológica de la ciudadanía.
en 19:40 | Etiquetas: agua, ambiente urbano, biológica, contaminación, diversidad, ecológica, educación, energia, fauna, paisaje, plantas, recreación, social, vida, viento
NUESTRA REALIDAD ES TRISTE
Si damos una mirada a nuestro alrededor, nos daremos cuenta que nuestra realidad es muy triste, pues nuestras ciudades y barrios han sido construidos sin mantener una sana armonía con el entorno, el entorno: arboles, agua, fuentes, ríos, bosques etc. han sido destruidos, para dar paso a bloques y más bloques de cemento, en medio de los cuales vivimos, sin ninguna holgura. En nuestra ciudad de Cali, en este momento están derribando árboles de las montañas, para construir nuevos edificios no respetamos el curso natural de los vientos y con ello hacemos aun más grave el calentamiento de la tierra.
Qué triste es echar a un lado a aquellos seres llamados árboles, que sin importar sus diferencias, colores, longitudes, clasificaciones, etc. Trabajan para nosotros 24 horas todos los días para mejorar nuestro ambiente y nuestra calidad de vida.
Sin árboles, la ciudad es un paisaje estéril de concreto, ladrillo, acero y asfalto. Imagínese su pueblo o ciudad sin árboles. ¿Sería un lugar donde a usted le gustaría vivir? Los árboles hacen a las comunidades habitables para la gente. Los árboles añaden belleza y crean un ambiente beneficioso para nuestra salud mental.
¿QUÉ SON LOS ÁRBOLES?
Un árbol es una planta, de tronco leñoso, que se ramifica a cierta altura del suelo. El término hace referencia habitualmente a aquellas plantas cuya altura supera los 6 m en su madurez, y que además producen ramas secundarias nuevas cada año que, a diferencia de los arbustos, parten de un único fuste o tronco, dando lugar a una copa separada del suelo. Los árboles presentan una mayor longevidad que otros tipos de plantas. Ciertas especies de árboles (como las secuoyas) pueden superar los 100 m de altura, y llegar a vivir durante miles de años.