Angelica Ospina

BIENVENIDOS

Bienvenidos amigos y amigas, en esta pagina encontrarán un pequeño rincón realizado por alguien que piensa y agradece a diario la existencia de los árboles, seres vivos vegetales que trabajan a diario por darnos un aire limpio, por alimentarnos, darnos sombra, etc. por ayudarnos a vivir mejor. Aquí encontrarán un conjunto de situaciones problemáticas en las que se encuentra nuestra ciudad y todo el mundo por falta de su cuidado y conservación, encontrarán una pequeña descripción del aporte que los árboles hacen a nuestro mundo con el fin de crear un gran sentido de pertenencia y reconocer nuestros errores y crear estrategias que nos ayuden a contribuir a su cuidado.

BELLA OBRA DE ARTE



Hombres y mujeres, niños y niñas, todos y todas con el mismo compromiso de cuidar, valorar y conservar los árboles de nuestro mundo.


Nuestro mundo y nuestra vida se ha reducido y se ha llenado de miedos que nosotros mismos hemos construido, lo que antes era tierra ahora es cemento, nuestros ríos y mares están contaminados y el aire que respiramos huele a gas de afán, de ceguera, de ambición, de egoísmo, nuestra vida a perdido sentido, intentamos vivir destruyendo nuestras fuentes de vida sin darnos cuenta, por el afán de nuestra sociedad consumista, y al percibir las crueles consecuencias al abrir los ojos y darnos cuenta de que nuestras posibilidades de vida son cada día más cortas, entonces sentimos un afán por recuperar esa riqueza que se pierde día a día.

Pero olvidamos que nuestra única esperanza está en nuestras manos, esa esperanza que no conoce odio ni olvido, que está llena de sensibilidad por las cosas hermosas del mundo, son los niños y niñas, únicos seres en los que podemos confiar nuestra esperanza de recuperar nuestra parte vital, no solo porque ellos serán un futuro, sino porque ese futuro se debe ir construyendo bajo unos cimientos sólidos desde el presente desde el ahora, para ello los adultos cada uno desde su oficio diario debe comprometerse a crear ciudades que estén en condiciones para abrir espacios en donde los niños y niñas puedan convivir y percibir directamente lo natural y entender así su importancia para la vida, los adultos deben acercarse más a los niños y niñas y así conocer sus necesidades y brindarles apoyo, sacarlos del cubo de cemento con ventanas en donde se han metido y en donde están viviendo, ¿cómo va a percibir un niño y niña la naturaleza o a sentir pertenencia por ella si nunca se relaciona con ésta o desconoce su importancia? comprendiendo esto podremos construir junto con los niños y niñas la cuidad que soñamos.

¿DÓNDE JUGARÁN LOS NIÑOS?


EDUCACIÓN EN LA CIUDADANÍA AMBIENTAL



La educación en la ciudadanía ambiental, como integración de derechos y deberes de ciudadanos y ciudadanas, traducidos en acciones reales; nos conduce a la armonía y a la reconciliación con nuestro medio ambiente, nos impulsa a reconocer a nuestra madre tierra, como la gran nutriente de nuestro vivir diario. La espiritualidad que derivamos de ello, entonces nos configurara como ciudadanas y ciudadanos de respeto, amor y reverencia por el nicho y hogar en el cual transcurren nuestros días: el planeta tierra.
Solo esa capacidad de comulgar y de sentir en nuestros cuerpos la vida palpitante del espíritu de la tierra y del agua cuando corre libremente por las montañas y bosques, nos permitirá una actitud espiritual de comunión generalizada que ayudará a recomponer la vida del planeta y se opondrá con todas sus posibilidades a todo aquello que contamina y que daña.

EDUCAR EL FUTURO


Para poner en marcha el ejercicio de concientizar y cumplir los deberes y derechos, necesitamos educar ciudadanos y ciudadanas con sentido ético, que sean críticos y consecuentes, que exijan derechos y ejerzan deberes, que sean comprometidos con el cambio y que sean participativos.
Es importante educar a los niños y niñas de nuestra ciudad y de nuestro país, en la búsqueda de la felicidad por otros caminos distintos al de consumir infinitamente desgastando y acabando con la vida natural y los recursos del planeta en que vivimos, porque solo esto nos permitirá retomar los caminos de un desarrollo social, económico y político que nos ayude a cuidar la tierra como el entorno natural que hace posible cualquier tipo de vida.
Para poder llevar a cabo un plan de conservación de nuestro medio ambiente, manteniendo la potencialidad de lo que existe para generaciones futuras es necesario generar en nosotras como maestras y en todos los ciudadanos y ciudadanas, actitudes de armonía con el medio ambiente e impulsar campañas para que esto sea así en la ciudad: sembrar árboles, buscar que nuestros barrios tengan zonas verdes con flores y estén limpios para ayudar a generar un ambiente acogedor, organizar las basuras, tratando de apoyar e impulsar el reciclaje, enseñar a los niños, niñas y adultos respetar y amar su entorno. Es necesario y urgente que valoremos, cuidemos y ahorremos el agua, las especies vegetales y animales. En todo este proceso es muy importante que sepamos educar a nuestros niños y niñas hacia el mundo natural que nos gesta y acoge.

NO AL MALTRATO AMBIENTAL



Desde nuestra vida cotidiana podemos buscar un tipo de desarrollo vital que ponga en práctica otras propuestas diferentes a las del maltrato del medio ambiente para enriquecernos por medio del consumismo acelerado que vivimos a diario; como por ejemplo: una vida cómoda, pero sencilla, en la que lo más importante sean las relaciones que tejemos y construimos, eso nos permitirá ser conscientes de que los arboles, el agua, la tierra y en general todos los recursos y posibilidades que tenemos para vivir, son para compartirlos, y además se agotan y por lo tanto hay que cuidarlos y conservarlos con amor y no malgastarlos indiferentemente.